La introducción del tasajo en Cuba se hizo en el siglo XVIII para alimentar a los negros esclavos procedentes de África, que trabajaban en el cultivo de la caña de azúcar. Ese tasajo se importaba a Cuba de Brasil y Uruguay. La carne que se utilizaba en la antigüedad eran retazos y carnes de muy baja calidad, por lo que su textura era seca acartonada, fibrosa y con un olor peculiar de carne curada. A pesar de esto, por no requerir refrigeración y por sus cualidades nutritivas y agradable sabor, el consumo del tasajo se extendió a las comunidades rurales y luego a las ciudades. Esto hizo que a través de los años este plato muy rico en proteínas y de un sabor característico se fuera arraigando en la población menos afortunada y que por su peculiaridad en su conservación y fácil manejo en la cocina se convirtiera en un plato típico y de tradición en la cultura culinaria cubana.   

​

Cuando en Cuba se dejó de importar este producto, muchas familias aprendieron a elaborar tasajo casero de res, salando y secando la carne al sol, de diferentes maneras, hasta que fue prohibida la matanza de reses a los particulares. Esa es una de las razones del por qué se comenzó a utilizar la carne de caballo para la confección de tasajo en la Isla. La forma principal del consumo de aquel tasajo era en forma de aporreado puesto que el tasajo era muy duro y había que hervirlo y después golpearlo fuertemente con un mazo o porra para ablandarlo y deshilacharlo. También, el tasajo era un importante ingrediente del ajiaco cubano, muy famoso en aquella época.

​

Peñasco Tasajo rescata ese legado histórico de nuestros ancestros y revive esta tradición culinaria encerrando en sí mismo lo mejor de esas pasadas épocas con el presente. Peñasco Tasajo se produce con una receta familiar ancestral, se elabora con cortes de res de primera calidad, logrando fusionar ese sabor característico de la carne salada y madurada con una textura suave y delicada y un aroma delicioso, superior y exquisito.  

​

A diferencia del tasajo criollo tradicional que se consumía en Cuba, el tasajo gourmet que ofertamos, está elaborado con la misma técnica ancestral, pero utilizando carne de res de primera calidad y el uso de la moderna tecnología nos ha permitido obtener un producto de excelente calidad y conservación con una textura, un olor más tenue y un sabor exquisito capaz de complacer el gusto del cliente más exigente. Estas características permiten que, con Peñasco Tasajo nuestro tasajo gourmet, puedan prepararse un mayor número de recetas de cocina, por ejemplo, la llamada vaca frita, ropa vieja, carne con papas, carne estofada y otras, después de desalarla convenientemente.

​

Peñasco Tasajo por sus características gourmet se convierte en un producto único, de excelencia que logra marcar su sello de calidad propio y distintivo, suavidad, sabor y ternura que se logra a través de cortes de carnes de res de primera calidad.